La bandera nacional de Letonia fue utilizada por Letonia independiente desde 1918 hasta que el país fue ocupado por la Unión Soviética en 1940. Su uso fue suprimido durante el dominio soviético. El 27 de febrero de 1990, poco antes de que el país recuperara su independencia, el gobierno letón volvió a adoptar la tradicional bandera roja-blanca-roja.

Aunque se adoptó oficialmente en 1923, la bandera letona estaba en uso ya en el siglo XIII. El color rojo a veces se describe como un símbolo de la disposición de los letones a dar la sangre de sus corazones por la libertad y su disposición a defender su libertad. Una interpretación alternativa, según una leyenda, es que un líder letón resultó herido en la batalla, y los bordes de la sábana blanca en la que estaba envuelto estaban manchados por su sangre. La franja blanca puede representar la sábana que lo envolvió. Esta historia es similar a la leyenda de los orígenes de la bandera de Austria.